Archivo documental digitalizado del activismo lésbico, conformado por el registro de producciones gráficas y teóricas, registros fotográficos y sonoros, encuentros reflexivos y acciones callejeras de grupos y activistas lesbianas de diferentes momentos históricos, múltiples posiciones políticas, y diversas geografías de Argentina. Está en permanente construcción, envianos tus aportes y colaboraciones.

sábado, 25 de junio de 2011

I Diálogos críticos del activismo lésbico

I Diálogos críticos del activismo lésbico: Convocatoria, textos y minutas

*CONVOCATORIA*

Diálogos críticos del activismo lésbico
Retomando el impulso y la iniciativa del debate sobre la situación del movimiento lésbico, realizado en la Librería de Mujeres el 27 de mayo pasado con motivo de la presentación del libro de Mabel Bellucci “Carlos Jáuregui. Una biografía política”, nos volvemos a encontrar el *viernes 24 de junio a las 18:30 en Casa Brandon (Luis María Drago 236, CABA)*.

Invitamos a darle continuidad a este espacio de diálogo entre diferentes activistas lesbianas, sumando otras voces, experiencias y posiciones políticas.

Proponemos y alentamos la escritura de un breve texto (máximo dos párrafos) que exprese las inquietudes o preocupaciones sobre el activismo lésbico actual junto con una pregunta final: estos textos serán compilados para ser leídos el día de la reunión como apertura del debate, y quedarán como registro de las diferentes posiciones.
Por favor, enviar sus textos hasta el jueves 23 de junio a valeriaflores12@gmail.com.

El envío de los textos no condiciona la participación: todas las que participen de la reunión podrán tomar la palabra, hayan enviado o no un texto.

Agradeceremos difundir ampliamente, por todos los medios posibles: ¡que vengan todas las que quieran venir!




ENCUENTRO DE ACTIVISMO LÉSBICO
Casa Brandon, Buenos Aires – 24 de junio de 2011


textos presentados


Malas Como Las Arañas

El concepto movimiento lésbico es tentador, encantador… pero es difícil analizarlo como tal en dos párrafos (en 50 también, je). Como colectiva redactamos algunas ideas sobre la acción y el tablero político, con una mirada ambivalente entre las conclusiones de nuestra acción, pareceres y ¿momento histórico?... ahí va…

En esta época de pura velocidad en tecnología y telecomunicaciones, en medio de una coyuntura que ya sedujo a bastantes civiles con su progresismo, con una ley de matrimonio igualitaria recién sacadita del horno (torta de boda y muñeco de torta), la visibilización tiene infinitas formas de proyectarse sobre el/los discursos hegemónicos que impone la heterosexualidad, un tipo de sexualidad que opera por contradicción binaria a través de la normalidad y es base de organización y reproducción de un Estado, el estado patriarcal.

Nadie quita crédito al zarpazo de parte del código civil tras la lucha del colectivo LGTTBI pero no termina ahí, las intersecciones del mundo heteropatriarcal son moneda corriente. No es suficiente mientras fuera de los puntos de una ley, que nos da la bienvenida a un derecho igualitario, la coerción chorree por los gestos de los rostros de los cuerpos, como inscripciones de subordinación a sus frases aduladas desde la platea del sentido común… una vez más y ¿ya van?

Cuatro meses antes de la aprobación de la ley de matrimonio, en Córdoba, Natalia Gaitán es ejecutada por el padrastro de su novia; hoy, a dos meses de cumplirse un año de la ley, Carlos Agüero, de diecisiete años, se suicida.

El crimen de Natalia Gaitán es uno de los pocos en salir del closet, su familia argumenta que es asesinada por lesbiana. Y esto genera revuelo en la militancia, salimos a la calle a decir, a gritar tortillera, aunque no les guste.

Lo que subyace bajo esta escena de terror, formas de control y castigo de la sociedad heteropatriarcal sobre conductas, deseos y construcciones de mundos-cuerpos desestructurantes, es el circuito que habilita el tránsito de saberes que proponen, más bien, imponen un sistema único, el que conocemos. Pero este mismo sistema presenta una característica particular, la alteridad, la variación, la posibilidad de ruptura de cualquier verdad absoluta.

Por eso es preciso retomar las herramientas del lenguaje, dibujar los sentidos de nuestra subjetividad en el prisma social y así evidenciar los mecanismos que refuerzan la heteronorma. Por ejemplo, en La Plata, grafitis y stencils son medios de expresión que permiten interpelar a muchxs otrxs, a todxs; es una inscripción que hace ruido en diversos universos mentales, va de los muros al buzón de las frentes. Un mensaje, un código, un concepto, palabras y dibujos que alteran la apariencia del paisaje urbano, un pinchazo a sus retinas.

Consecuencias inmediatas: desaprobación de vecinxs, aparición de la patrulla, el guiño cómplice de algunxs… Consecuencias a largo plazo -que hacen a la acción-: reconocimiento de nosotras misma. Con el paso del tiempo, en cada actividad, sea un taller o una primavera lésbica hay más tortas que quieren ser visibles a través de su arte o por el simple placer y diversión de encontrarse con otras.

Irrumpir el espacio público, en primer término, implica que nuestros cuerpos distorsionen el sentido que deberían tener de acuerdo a la educación formal que inyectan las instituciones (sobre todo la familia y la escuela).

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Gabriela Adelstein

Promover la mera tolerancia de las diferencias entre las mujeres es incurrir en el más burdo de los reformismos. Supone negar por completo la función creativa que las diferencias desempeñan en nuestras vidas. Las diferencias no deben contemplarse con simple tolerancia; por el contrario, deben verse como la reserva de polaridades necesarias para que salte la chispa de nuestra creatividad mediante un proceso dialéctico. Sólo así deja de resultar amenazadora la necesidad de la interdependencia. Sólo en el marco de la interdependencia de diversas fuerzas, reconocidas en un plano de igualdad, pueden generarse el poder de buscar nuevas formas de ser en el mundo y el valor y el apoyo necesarios para actuar en un territorio todavía por conquistar.

Es en la interdependencia de las diferencias recíprocas (no dominantes) donde reside la seguridad que nos permite descender al caos del conocimiento y regresar de él con visiones auténticas de nuestro futuro, así como con el poder concomitante para efectuar los cambios que harán realidad ese futuro. Las diferencias son la potente materia prima a partir de la cual forjamos nuestro poder personal.

A las mujeres se nos ha enseñado a hacer caso omiso de nuestras diferencias, o a verlas como motivo de segregación y desconfianza en lugar de cómo potencialidades para el cambio. Sin una comunidad es imposible liberarse, como mucho se podrá establecer un armisticio frágil y temporal entre la persona y su opresión. Mas la construcción de una comunidad no pasa por la supresión de nuestras diferencias, ni tampoco por el patético simulacro de que no existen tales diferencias.

Quienes nos mantenemos firmes fuera del círculo de lo que esta sociedad define como mujeres aceptables, quienes nos hemos forjado en el crisol de las diferencias, o, lo que es lo mismo, quienes somos pobres, quienes somos lesbianas, quienes somos Negras, quienes somos viejas, sabemos que la supervivencia no es una asignatura académica. La supervivencia es aprender a mantenerse firme en la soledad, contra la impopularidad y quizá los insultos, y aprender a hacer causa común con otras que también están fuera del sistema y, entre todas, definir y luchar por un mundo en el que todas podamos florecer. La supervivencia es aprender a asimilar nuestras diferencias y a convertirlas en potencialidades. Porque las herramientas del amo nunca desmontan la casa del amo. Quizá nos permitan obtener una victoria pasajera siguiendo sus reglas del juego, pero nunca nos valdrán para efectuar un auténtico cambio. Y esto sólo resulta amenazador para aquellas mujeres que siguen considerando que la casa del amo es su única fuente de apoyo.


Audre Lorde, “Las herramientas del amo nunca desmontan la casa del amo”, en La hermana, la extranjera, Madrid: horas y Horas, 2003, p. 117

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valeria flores

Una de mis tantas preocupaciones en torno al activismo lésbico así como del movimiento de la disidencia sexual y genérica, se centra en la reducción de la política a ciertas prácticas, espacios y voces, que se ha venido instalando desde hace algún tiempo. Este modo predominante de hacer política, que se convierte con exclusividad en el legítimo, abona los supuestos de que más allá de las instituciones del Estado, no hay poder posible, por lo tanto, desconoce -y se encarga de silenciar- aquellos agenciamientos y modos de organización que no tienen al Estado como principal interlocutor. De esta manera, se uniformizan los lenguajes, las acciones, los discursos, las consignas, los interlocutorxs, bajo las convenciones de una lengua técnico-administrativa. Así, los pliegues de las identidades, los quiebres de la identificación sexual, las formas singulares de habitar los cuerpos, si no se inscriben en el catálogo estatal de lo reconocible, desaparecen del discurso público y se desactiva la potencialidad refractaria de de sus gestos convulsivos y perturbadores de los procesos de normalización. Este espacio que nos convoca hoy es un intersticio forjado entre azarosas circunstancias y voluntades estimuladas por reponer en escena la pulsión política de muchas de las voces, debates y prácticas silenciadas por una política de institucionalización, direccionada por el sector más hegemónico del movimiento, tanto feminista como lgtb.

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Gabi Díaz Villa – valeria flores





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María Luisa Peralta

Lo que a mí me resulta curioso y quisiera indagar es por qué si desde hace un tiempo tantas tortas se declaran cuestionadoras de los binomios de sexo y género y validan las identidades trans, los estudios queer e incluso tienen vínculos con personas trans, son tan pocas las que están involucradas en temas concretos como la ley de identidad de género. Me pregunto si es por el resto de lxs activistas involucradxs, si porque no hay comodidad para trabajar en grupos mixtos, o qué.Por otro lado, siguiendo un poco con algo que se había hablado el otro día, me resulta llamativo no sólo que haya pocos grupos de lesbianas sino más bien que haya tantas lesbianas que no están en ningún grupo (gltb, no sólo de lesbianas) y la poca cantidad de espacios, producciones, etc. por lesbianas como para más cuerpo a ese movimiento del que venimos hablando.



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DEBATE
Minuta según orden de toma de palabra (no se tiene en cuenta las simples intervenciones)

Se abre la charla con la puesta en común de los textos enviados a valeria flores a los fines de acercar ideas y propuestas sobre el curso de este segundo Encuentro de Activistas.

Se leen tres textos: uno de Malas Como Las Arañas, uno de Audre Lorde enviado por Gabriela Adelstein, y tercero de valeria flores. La cuarta es una intervención visual de Gabi Díaz Villa y valeria flores que se invita a mirar. Comentarios sobre los textos.

Se menciona luego cómo se llegó a este Encuentro y acerca de qué se habló y se discutió en el Encuentro inicial, aclarando que el mismo fue a instancias de la presentación del libro de Mabel Bellucci.

Inicia pidiendo la palabra Ivana Otero de Desalambrando. El punto de pregunta y de propuesta es una lista de temas, a lo que se responde que este segundo Encuentro tiene un nivel de articulación en cuanto a los temas de la diversidad Lésbica y que por eso, ab initio, el encuentro se decide a partir de un confluir de pareceres, como un principio de concurrir en saberes, actividades y líneas de pensamiento, justamente, diversas que cada unx de lxs presentes lleva consigo.

Sigue Mónica Santino quien referencia con su historia personal parte del trayecto del lesbianismo en Argentina, y de lo que dijo quedan dos conceptos importantes: por un lado, que cada intento de organizarse el lesbianismo, a lo largo de más de 25 años, terminó diluyéndose gracias a la “feria de vanidades”, pues históricamente acaban primando las opciones individuales por sobre los intereses comunes. El segundo concepto referido por Santino se entrelaza con una respuesta al mismo: y es si organizar la lesbianitud debería ser una suerte asistencialismo. Esto a cuentas de que Santino refirió sobre la necesidad de activismo en los estratos más carenciados.

Surge también y en forma casi subsiguiente, el punto de discusión acerca de si se debe traducir la teoría.

Surge el tema Natalia Gaitán creo como pivote en más de un cruce discursivo y como referencia constante y contundente.

Luego toma el turno Fabiana Tron con y desde quien se disparan amplio conceptos: construcción de la identidad lésbica, estructuras, diferencias, diálogo intergeneracional.
Sobre este último punto surge la pregunta si este diálogo puede encauzar una brecha que quizá sea intergeneracional a instancias de la superestructura patriarcal.

Luego con María Luisa Peralta se hace hincapié en el lugar, el espacio de diálogo, el intercambio común en el que las diferencias se discutan, se hablen.

Dice luego Laura Eiven de Desalambrando, sobre la posibilidad de conjugar el discurso hacia fuera, en qué le pasa a cada unx con las idealizaciones, y por tanto, con las frustraciones. Y finalmente, vuelve, retomando el concepto de Santino, acerca de la “feria de las vanidades”, cuando habla de las mezquindades personales.

Yuderkys Espinosa, del grupo de investigación activista Feministas Ch’ixi, expresa desde la autoreflexión que “reconocer la diferencia produce dolor”, es un conflicto reconocer que no somos todxs iguales, que es necesario “celebrar la diferencia, reconocer en el cuerpo a la Otra como diferente y eso muchas veces conlleva dolor”. Y es el articular una forma de poner el plano las diferencias. Resalta además que uno de las principales cuestiones de estos tiempos es que no hay debate, y es que el debate ha sido doloroso. Debatir propicia reconocer-se en los límites propios y de lxs diferentes. En el ser diferentes lo que duele es reconocer mis propios límites. Es indispensable poner en tensión aquello que nos excede por todas partes y que va a estallar. “Poner el fantasma sobre la mesa” y veamos qué es, arenga Espinosa.

Marita, de origen chaqueño y militante del Partido Socialista, retoma algunos conceptos de Yuderkys y entre algunas cosas, dice que ella no cree que haya una tensión por estallar. Insiste en la importancia de una campaña de salud, y en expandir y explicar el concepto de visibilidad.

valeria flores toma la palabra, y aclara, amplía y se expresa sobre algunos de los conceptos vertidos: la visibilidad como estrategia política, el riesgo de la visibilidad, y la relación con la cuestión identitaria. Introduce la frase “nos hicimos inteligibles” a través de una institución como el matrimonio, de carácter hegemónico que, entre otras cosas, regula el afecto. flores también explicita sobre las acciones acerca de dónde activar. Y por otra parte, dice sobre el sentirse interpelada pues pareciera que el lugar a articular sería el de la pobreza. Respecto al concepto de “traducir la teoría” propone v.f. considerar a la academia como una opción más de activismo. “Nosotras ¿qué tenemos para decir? Cada una elige sus contextos de actuación.” Respecto a los usos discursivos recuerda que hay formas distintas de expresión. Que, por ejemplo,” la expresión estética está infravalorada”, que es necesario “crear otro capital simbólico”. Se hace necesario enfrentar el desafío de dejar de tutelar el “no entiendo”, de no caer en el asistencialismo de la diferencia, y potenciar lo que sí entendimos hasta ahora.

Verónica de La Fulana se expresa acerca de lo difícil de organizar cualquier movimiento, definir sus objetivos, etc.

Soledad, también de La Fulana, explicita que existen distintas necesidades en esa formación, y sobre un proceso de construcción y deconstrucción alterno y constante de la diversidad. También Soledad insistió en el punto de identificar el discurso teórico con la academia.

Pide la palabra luego Sebastián de Izquierda Socialista, y centra su intervención en el aparateo producido sobre la multisectorial que se ocupaba de la cuestión Gaitán.

Le sigue Laura Arnés de Con-textuadas propone al arte como pata fundamental en el activismo, en particular, a partir de intervenciones.

María Gold, de la Asociación Argentina de Femmes, resalta ubicar el discurso oculto detrás de la lesbiana más visible.

Marita dice que se puede articular “sin mezclar los seres políticos”. Confirma los conceptos de: educación e información como parte de una verdadera acción activista.

Retoma Yuderkys Espinosa el tema de la traductibilidad de la teoría: debemos ubicarnos desde dónde hablamos. Y dice: “me faltan las palabras para poner en lenguaje mi búsqueda propia”. Respecto de su experiencia en Argentina, dice que convivió con la traductibilidad, con el género, el ser lesbiana y “quedar fuera” por ello, y hasta ser discriminada por las mismas lesbianas: ”no me basta una sola identidad, no me como una sola posición identitaria”. Y enuncia el concepto de violencia epistémica: “voy a venirte a decir lo que tú no sabes”, ”te voy a traducir, pobrecita.” Ni una ni la otra, sigue Yuderkys. Se construye a través de una relación de poder hegemónico de ambos lados. En contra de “enseñarte/aprender la lengua correcta”, “islitas” sin posibilidad de diálogo humano, pero sí propiciar el “encontrar espacios de respeto”, y “callar hasta comprender”.

Gabi Díaz Villa de Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto dice: “¿para qué nos pondríamos de acuerdo?” Debemos pensar que aquello que queremos tiene un sentido, y sigue en proponer una “resistencia a la teoría, si no me sirve para hacer algo no sirve”. Apropiarse o no de la teoría, y “volver a pensarse una”.

Sigue luego Fer de Malas Como Las Arañas y dice “nosotras activamos más en la calle, tomamos la visualización como estrategia”. Dicen de hacer teoría y registrar la historia del activismo lésbico como parte de la praxis. Habla de las decisiones personales y dice que la heterosexualidad obligatoria pasa por el cuerpo, no sólo por la teoría.

Habla luego Ileana Dell'Unti de Malas Como Las Arañas y dice acerca del uso y las convenciones discursivas: “queremos usar esas palabras, difíciles o no difíciles”. Y dan como ejemplo la frase “derecho al placer”: propone usarla, ponerla en juego, dar-la a la discusión es lo que le otorga sentido.

Toma la palabra Iris Ortellao de Rosario, que participó en Vox, en Espartiles y ahora está en Con-textuadas, y retoma la frase intertexto de Santino “feria de vanidades”. Al respecto, sostiene, lo importante es confrontar constantemente teoría y realidad. Es docente, y señala que la teoría le cambió la vida: “leí el libro de Valeria y me puse a llorar”. Y afirma “quiero logros subjetivos”.

Retoma la palabra valeria flores y afirma “voy a reivindicar la maldad”. Éramos muy malas con Fugitivas del Desierto (2004- 2008). Y recuerda las intervenciones estético-políticas del grupo, así como también que la teoría era una pata, parte fundamental: “la teoría es praxis, los propios movimientos construyen su teoría. La visibilidad siempre impacta en su contexto.”

Laura Arnés de Con-textuadas retoma la palabra para recordar que siguen sin encontrar el cómo de la teoría en su praxis, luego de las últimas experiencias de activismo.

Casi finalizando, María Luisa Peralta retoma la palabra para desambiguar: es necesario el planteo sobre quién es el destinatario de mi discurso. No es lo mismo teoría que conocimiento. Contamos con diferencias en el acceso al conocimiento, y no nos hacemos cargo del lugar de privilegio de ese acceso al conocimiento que tenemos. Por eso es necesario deslindar. Existe una teoría y no podemos abandonarla. Es indispensable repensar la brecha generacional, no sólo desde la cronología sino además desde la lesbianitud. Además, hay teorías que se escriben y se piensan por un objetivo determinado, otras son pensadas para su praxis, y finalmente, otras que no tienen una finalidad determinada a priori. Cierra diciendo que es muy importante poder facilitar el acceso, y que eso no significa pensar por una sobre la otra.

Retoma la palabra y cierra Fabiana Tron con la supuesta dicotomía lenguaje/praxis. Sostiene que es tan importante poner el cuerpo en la calle como hacer comprensibles los lenguajes, y que “ si no entendés, movete!” Acceder a los lugares y vernos cómo nos encontramos. La visibilidad colectiva construye poder, pero cómo lo consigo si las lesbianas no tienen conciencia de su visibilidad? Una de las formas, dice, es la de construir un mismo discurso pero que a su vez, contenga toda la diversidad existente en el activismo lésbico.


minuta: Sandra Escobar (la del fondo para nada monetario)



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